¿Qué debes saber sobre los complementos alimenticios y la COVID-19? Seguridad alimentaria y protocolo de prevención en el curso de manipulación de alimentos
Es normal que te sientas muy preocupado por la extensión del coronavirus y que desees informarte de cómo la alimentación puede defendernos contra el virus.
La falta de remedio o vacunas contra la COVID-19 ha extendido diferentes creencias (casi podemos hablar de bulos alimentarios) que apuntan a la efectividad de los complementos alimenticios en la prevención o lucha contra la enfermedad.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha señalado que nada prueba que se pueda transmitir el coronavirus por los alimentos y el protocolo del COVID-19 apunta al distanciamiento físico, la higiene respiratoria y el frecuente lavado de manos como medidas de prevención.
En este artículo te ponemos al día sobre los suplementos dietéticos y su relación con el coronavirus.
Los picos de la pandemia por coronavirus activan alarmas en la población, la cual busca recomendaciones para estar saludable en caso de que le toque hacer frente al SARS-CoV-2.
Los complementos alimenticios, por ejemplo las vitaminas C y D, son señalados en algunas páginas no oficiales como ayudantes en la prevención y tratamiento del coronavirus, por ser un refuerzo para el sistema inmunológico.
Está claro que protegen el organismo ante amenazas, pero aún se llevan a cabo estudios para comprobar qué es mito y qué es realidad sobre la ingesta de complementos nutricionales como defensa ante el virus.
Lo más recomendable en todo caso es apelar a la consulta profesional antes de optar por altas dosis de vitaminas.
Hasta ahora el único protocolo de prevención del COVID-19 comprobado, es el lavado de manos, higiene respiratoria y el distanciamiento físico.
No quiere decir que la nutrición sea omitida de los cuidados, ya que siempre se ha asociado con la inmunidad y minimización de riesgos en caso de infecciones virales o bacterianas.
De ahí que se preste especial atención al estado nutricional de una persona en plena pandemia, sobre todo si se trata de pacientes mayores o con alguna enfermedad crónica.
Comer verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, moderar el pescado, aves y lácteos, así como carnes rojas y procesadas, azúcar y carbohidratos refinados, además de grasas añadidas como canola, aceite de oliva o soja, forman parte de una alimentación saludable.
Esto y los complementos nutricionales aportan calorías a pacientes con coronavirus, quienes necesitan un buen estado metabólico, mantener un peso saludable y garantizar suficientes células y anticuerpos que respondan a la infección.
De acuerdo con un alumno del Nobel de Química Linus Pauling, los suplementos dietéticos ricos en vitaminas C y D junto con otros micronutrientes, resultan aliados efectivos para que el aparato inmunológico combata el SARS-CoV-2.
El trabajo publicado por Adrian Gombart (Instituto Linus Pauling de la Universidad estatal de Oregón, Estados Unidos), precisa que expertos en Salud Pública deben elaborar recomendaciones nutricionales que afinen el protocolo de prevención del COVID-19, asociado a lavarse las manos y aplicación de vacunas.
“Hay una gran cantidad de datos que muestran el papel que desempeña la buena nutrición en el apoyo al sistema inmunológico”, asegura Gombart, profesor de Bioquímica y Biofísica, defendiendo el papel de los micronutrientes en el blindaje del sistema inmune.
Abundando noticias falsas que aseguran una cura infalible a la pandemia, es importante aclarar que un complemento alimenticio o sana alimentación no remedia o sana totalmente al paciente, pero sí se convierte en una herramienta de entrenamiento para que el organismo esté preparado y desafíe a un patógeno totalmente extraño.
No hay pruebas actuales que relacionen a los alimentos como un riesgo para la salud, a propósito del coronavirus, señala la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, pues, a la fecha nada prueba la transmisión de la infección a través de lo que comemos.
Mucho menos existen evidencias de que envases contaminados sean transmisores, a pesar de que el virus puede quedarse hasta 72 horas en algunas superficies. Asimismo, se sabe que gran parte de los virus en las superficies comunes se transforma en no infecciosos pasadas las primeras 24 horas.
No obstante, considere:
Las cifras del Ministerio de Sanidad español sugieren unas 100 mil muertes por Covid-19 desde el comienzo de la pandemia. La propagación de la enfermedad corre tan rápido como el miedo a contagiarse y las fake news prometiendo métodos veraces de prevención.
Pero ¿cuáles son los bulos frecuentes sobre el COVID-19 y la alimentación, así como la ingesta de complementos nutricionales? Preste atención:
1) Aunque cientos de alimentos son tildados de milagrosos, no existe uno que lo sea. Ciertamente son ricos en cualidades nutricionales y antimicrobianas, pero científicamente nada demuestra su eficacia en la erradicación del nuevo coronavirus.
Es fundamental aplicar el sentido común y saber que no significan la cura, pero una dieta equilibrada permite el funcionamiento adecuado del organismo, es decir, un punto a favor frente a la enfermedad.
2) Los complementos alimenticios tampoco curan el virus, así que el mercado no puede ofrecerle un producto que asevere tal información.
3) Al contrario de lo que se dice, el consumo de alcohol es peligroso frente al SARS-CoV-2.
Si bien nadie ha demostrado que el virus pase de un alimento a un humano, es básico el cumplimiento de las normas de higiene y para ello funciona el curso de manipulación de alimentos.
Actualmente se refuerza la preparación de los manipuladores de alimentos, debido al COVID-19. Siempre ha sido obligatoria para obtener el certificado exigido en el ámbito alimentario que incluye toda la cadena hasta llegar al consumidor.
Hay especial énfasis en que conozcan y reconozcan los síntomas; no descuiden el lavado de manos; se cubran la boca y nariz; desinfecten superficies, puntos de contacto común, así como utensilios y cambien de guantes antes y luego de tocar la comida.
También se les instruye en el respeto del distanciamiento físico, actualización sobre medidas de higiene alimentaria, se informen de fuentes oficiales, aislamiento de los alimentos recién recibidos, seleccionar proveedores cercanos y de confianza.
Recuerde que, si su cuerpo está sano y bien alimentado, es más difícil que un virus se desarrolle libremente. No es cuestión de caer en bulos, pero inyecte a su organismo las fuerzas suficientes como para resistir una infección.